Muchos padres con la llegada de las vacaciones de navidad se plantean hacer una escapada en familia en autocaravana y recorrer nuestro país. A la hora de realizar un largo viaje en carretera, y sobre todo si se viaja con niños, la planificación es primordial.
Especialmente sabiendo que los niños españoles tardan aproximadamente una media de tan sólo 25 minutos en empezar a aburrirse en el coche, según un estudio realizado por el fabricante de sistemas de navegación para automóviles, TomTom. Del mismo modo, tampoco nos sorprende que la eterna pregunta, “¿cuánto falta?” tenga un ámbito internacional. Resaltar que aunque nuestros hijos no sean los más pacientes de Europa, de hecho, ganan los pequeños vecinos alemanes con sus 31 minutos, todavía nos toca consolar a los padres ingleses con sus 24 minutos de paz automovilística.
En primer lugar, a la hora de viajar en familia, la seguridad es siempre la materia más importante. Todos los niños menores de 12 años deben tener una silla homologada y correctamente abrochada. Igualmente, hay que recordar que sólo a partir de los 145 cm de estatura podrán llevar el cinturón como el resto de los adultos.
También es recomendable que todos los bebés cuyo peso sea inferior a los 13 kilos viajen en contra de la marcha para evitar lesiones graves en caso de accidente. Asimismo, en la autocaravana se recomienda colocar la silla homologada sobre el comedor en sentido contrario a la marcha.
No obstante, y si es nuestra primera aventura como familia, deberíamos valorar alquilar este tipo de vehículo de recreo antes de realizar una gran inversión económica, ya que no todas las familias terminan disfrutando de largos viajes por la carretera.
Pequeñas medidas que ayudarán a la paz familiar
Ni las prisas ni las metas existen en la mente de los niños. Es decir, mejor ser totalmente conscientes de que el horario de llegada dependerá de los inconvenientes que vayan surgiendo a lo largo de la ruta, así como del número de paradas que los pequeños de la casa necesiten.
Respecto a los juguetes, mejor elegir los más ligeros y menos ruidosos. No serás el primer padre que termina llevando los juguetes encima. Siempre puedes apostar por la imaginación y por los juegos tradicionales como son el “veo veo”, contar coches, estrellas, etc.
No hay nada como sus dibujos animados preferidos, o una película para vencer al temido aburrimiento. Otra opción, es descargar en tu smartphone una aplicación de aprendizaje adaptada para su edad, una interesante alternativa para seguir aprendiendo incluso mientras viajamos.
Por otra parte, una correcta hidratación y alimentación es fundamental. Intentaremos llevar agua, batidos, zumos, y se los ofreceremos durante el camino. La parte positiva es que al llevar la casa a cuestas nos facilitará la tarea de ir al aseo con frecuencia.
En este sentido, los pequeños deben sentirse llenos después de cada comida. Sin embargo, no debemos permitirle que coman demasiado con la finalidad de evitar posibles mareos o vómitos. Tampoco nos vendrían mal tener unos tentempiés a mano por si nos pidieran algo de picar entre horas.
Por último, no olvidarnos de los beneficios que tienen viajar para los niños. El Hospital Universitario Sant Joan de Déu, especializado en pediatría, ginecología y obstetricia, afirma que: ”los pequeños a través de los buenos momentos en familia desarrollan un pensamiento más racional, reflexivo y crítico y, además, adquieren nuevos valores y habilidades de tipo emocional y social, entre otros”. Por lo que parece, ya tenemos una buena excusa para salir de nuestra rutina diaria, y es que por un hijo se hace cualquier cosa, o eso dicen.
Fuente: http://www.elplural.com/ Fotos: Pixbay
0 comentarios